La tortilla es uno de nuestros platos más queridos, nos encanta. Esta tortilla de verduras es sana y facilísima de hacer. Las proteínas del huevo se acompañan de una magnífica guarnición de verduras, junto con el queso de cabra y los piñones, consiguiendo un plato muy nutritivo y completo.
Ingredientes
- 8 huevos
- 4 rodajas de queso de rulo de cabra de 30 g cada una.
- 1 calabacín
- 100 g de espinacas
- 1 diente de ajo
- 40 g de piñones
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1/2 cucharadita de comino, sal y pimienta
Modo de elaboración
1) Pelamos y cortamos el calabacín en dados y pequeños. Lavamos y picamos las espinacas.
2) Batimos los huevos en un bol con una pizca de sal y pimienta.
3) Ponemos una cucharada de aceite en una sartén y sofreímos a fuego medio el diente de ajo picado, el calabacín y las espinacas durante 4-5 min. Añadimos los piñones y el comino. Llevamos al bol y mezclamos con los huevos batidos.
4) En la misma sartén, ponemos otra cucharada de aceite y cuajamos la tortilla durante un par de minutos por cada lado.
5) Mientras, colocamos las rodajas de queso de cabra en una fuente refractaria y los gratinamos bajo el grill del horno durante 5 minutos.
Servimos la tortilla con las rodajas de queso por encima. Disfrutamos.
Aprende a interpretar nuestra información nutricional |
El huevo es un alimento muy completo para el hombre, sin embargo, infravaloramos su valía. Si hablamos del huevo todos pensamos en proteínas, y es cierto que su riqueza nutricional radica fundamentalmente en el aporte de proteínas de gran calidad, pero desconocemos sus otras caras.
El huevo es buena fuente de muchos minerales y vitaminas muy valiosos para el organismo. Es significativo su aporte en vitaminas A, E y D, vitaminas hidrosolubles B2 y B12, y cantidades importantes de minerales como fósforo, selenio, yodo, zinc y sodio. Respecto a su temida riqueza en colesterol, es cierto que contiene una cantidad considerable, sin embargo su perfil de grasa es saludable. En el huevo la proporción de grasa insaturada es mayor que la saturada y no sólo eso, entre sus componentes abundan los fosfolípidos, con capacidad para interferir en su absorción.
En los niveles altos de colesterol en sangre entran en juego numerosos factores. La predisposición genética y los hábitos poco saludables (exceso de calorías, elevado consumo de grasa saturada y de grasa trans, escaso consumo de fibra, vida sedentaria, tabaco o estrés) están sumamente relacionados. La comunidad científica ha llegado al convencimiento de que el huevo por sí solo carece de una capacidad relevante para aumentar los niveles de colesterol sanguíneo. Otros alimentos tienen una repercusión mayor, preocúpate de su presencia en tu dieta: productos precocinados o prefitos (empanadillas, croquetas, canelones, barritas de pescado, panninis…), snacks salados y multitud de productos de aperitivo, todo tipo de productos de pastelería y bollería industrial, cremas de untar y salsas comerciales, helados comerciales…
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